NUESTRA HISTORIA

GRACIAS POR VISITAR NUESTRA PÁGINA ES UN PLACER PODER AYUDARLE

Ser herrero no es nada fácil pero tampoco imposible.

Herrería Luna se fue forjando poco a poco, un servidor Juan Luna no tenia conocimiento del oficio.

Anteriormente trabajé de ayudante en un negocio comercial que vendía "chacharas" diversas después entre a un trabajo de reciclado y a una empresa de maquinas tortilladoras como ayudante en general, 

Mi formación como Herrero de inicio fue como ayudante en pailería y lo único que hacia era  cargar láminas y pasar herramientas, al paso del tiempo fui aprendiendo el oficio, después aprendí el ensamble de las máquinas y pase de ayudante general a ayudante de herrero.  Aprendí a soldar después a trazar y cortar, mi entusiasmo por aprender me llevo a hacer puertas y ventanas entonces decidí tomar cursos y aprendí a conocer los perfiles y materiales que se utilizan en la Herrería. 

Con la ayuda y apoyo de un gran amigo Herrero cambié de empleo a un taller de herrería como medio oficial  ahí aprendí mucho más del Oficio y sobre todo a detallar a los trabajos.

En el año 2014 consideré que había madurado mis conocimientos entonces me decidí y abrí mi propio taller de Herrería, debo confesar que sentía un poco de temor porque sabía que no tenía el apoyo de algún familiar que practicase el Oficio, contaba con buenos amigos pero me apenaba pedirles apoyo. 

Poco a poco con el fruto de los trabajos que hacía fui comprando la herramienta que me hacía falta,  también asistí a otros cursos, como aún no ganaba lo suficiente mi Señora Madre siempre estuvo apoyándome.

El primer trabajo que realicé de forma independiente fue una ventana después una puerta y así fui haciendo más y más trabajos abriéndome espacio entre la "competencia", no fue fácil ya que no me conocían y por un tiempo tenía poca demanda pero nunca perdí el entusiasmo y seguí echándole ganas.

Hoy en día "Herrería Luna" sigue forjando su destino haciendo mejor cada trabajo.